10 Reglas de oro para montar

Psicología

  • No sorprender ni confundir al caballo con acciones bruscas.
  • Mantener siempre la calma.
  • Las ayudas deben ser claras y momentáneas.
  • Nunca sorprender al caballo; prepararlo antes de cada ejercicio.
  • Evitar usar la fuerza, ya que contrae al caballo.
  • Premiar con frecuencia al caballo por su esfuerzo.
  • Las piernas deben actuar con toques ligeros, nunca con presión constante.
  • El tacto ecuestre implica identificar resistencias y saber cómo y cuándo actuar.

Trabajo a la mano:

  • Asegurarse de que el caballo acepta el contacto con la fusta y las riendas sin temor.
  • Pedir respuestas claras con toques ligeros en zonas específicas del cuerpo.
  • El manejo diario crea una base de confianza entre el potro y el humano.
  • Enseñar al potro a ceder a la presión y a respetar los límites es crucial.
  • La exposición gradual a diferentes estímulos ayuda al potro a ser más equilibrado.
  • Los ejercicios de pie a tierra fortalecen la comunicación y el vínculo.
  • La regularidad y la consistencia son esenciales para el aprendizaje del potro.

Posición

  • Los codos pegados al cuerpo. Las manos deben ser discretas y actuar como filtro de la energía.
  • No inclinarse hacia adelante; el control se pierde.
  • Mantener una postura relajada pero estable, con el torso erguido y flexible.
  • Acompañar el movimiento del caballo con la cintura, no con las manos.
  • En el trote, mantener la cintura relajada para absorber el impacto y evitar botar.
  • Las manos deben permanecer estables, actuando como filtro de energía sin interferir con la boca del caballo.

Transiciones

  • Preparar el galope desde el paso reunido y controlado.
  • Usar transiciones para mejorar la reunión y el equilibrio.
  • En transiciones descendentes, mantener la impulsión, evitar que el caballo caiga sobre las espaldas.
  • Las transiciones bien hechas reflejan equilibrio y fijeza en la nuca.
  • La calidad de las transiciones depende de la preparación del aire anterior.
  • Las esquinas bien trazadas favorecen el equilibrio general.

El caballo joven:

  • Iniciar desde la relajación, estableciendo confianza y calma en el caballo.
  • Premiar frecuentemente para reforzar comportamientos positivos.
  • La paciencia y la comprensión son fundamentales en la formación del caballo joven.
  • El entrenamiento debe adaptarse a la edad y al desarrollo del caballo.
  • El primer año de trabajo montado sienta las bases para el resto de la vida del caballo.
  • El objetivo es que el caballo trabaje con ganas y en perfecto estado de salud.
  • La suavidad y la paciencia son cruciales en esta fase.
  • Un jinete equilibrado y con buena mano facilita el aprendizaje del caballo.
  • Las primeras ayudas deben ser claras y suaves.

 

  • Mantener un contacto suave con las riendas, asegurando que el caballo no se apoye demasiado en la mano.
  • Combinar ejercicios de flexión y rectitud para equilibrar la energía del caballo.
  • Antes de cualquier ejercicio lateral o transición, garantizar que el paso sea fluido y enérgico.
  • Usar ejercicios como círculos, esquinas y espalda adentro para mejorar la calidad del paso.
  • La impulsión en el paso debe generarse desde la cintura y el asiento del jinete, no desde las piernas.
  • Si el paso es lento o dormido, estimular con movimientos suaves de la pierna sin interrumpir la cadencia.
  • La impulsión debe desarrollarse gradualmente, sin forzar al caballo.
  • El trabajo en el exterior fortalece al caballo física y mentalmente.
  • El trabajo en el exterior ayuda a relajar al caballo y a fortalecer el vínculo con el jinete.
  • El trabajo con barras y pequeños saltos mejora la coordinación y el equilibrio.
  • La impulsión se ve reforzada con el trabajo de salto.

Los apoyos:

  • Los apoyos deben enfocarse en el cruce de los posteriores más que en la incurvación.
  • El apoyo bien hecho utiliza impulsión de los posteriores, no arrastre.
  • En el apoyo, evitar excesiva incurvación, ya que bloquea la acción del hombro.

Los cambios de pie:

  • No pedir cambios hasta que el caballo pueda realizar transiciones paso-galope-paso con facilidad y rectitud.
  • Los cambios iniciales deben enseñarse en un círculo, asegurando la flexión correcta.
  • Preparar el caballo con una media parada antes de pedir el cambio.
  • Alternar las ayudas de las piernas: la interior se coloca cerca de la cincha y la exterior ligeramente atrás.
  • Pedir el cambio con un toque ligero, evitando presionar excesivamente con las piernas.
  • En caso de resistencias o errores, volver a trabajar en la calidad del galope anterior.
  • Mantener la rectitud del caballo durante los cambios para evitar que gire la cara o se tuerza.

La pirueta

  • Iniciar con ejercicios al paso reunido, asegurando que el caballo esté equilibrado y relajado.
  • Doblar la pista y redondear al caballo antes de pedir la pirueta.
  • Relajar piernas y manos en el momento de iniciar la pirueta, manteniendo el contacto.
  • La pierna interior debe marcar el eje de la pirueta, mientras que la exterior impulsa y regula.
  • Usar círculos pequeños para enseñar al caballo a girar con fluidez y rectitud.
  • Preparar la pirueta trabajando ejercicios como la espalda adentro y los apoyos.
  • Si el caballo pierde equilibrio o impulso, realizar una parada o retroceder antes de intentar nuevamente.