febrero 1, 2025

La puesta en mano

La puesta en mano, definida por la Federación Ecuestre Internacional (FEI), es “la posición en la que el caballo acepta el contacto del bocado con una ligera flexión en la nuca, manteniéndose relajado, con el dorso redondeado y los posteriores activos, impulsando hacia adelante para lograr un contacto suave, elástico y consistente.”

Es un aspecto esencial en la doma y el entrenamiento de caballos, que refleja la correcta biomecánica del animal y su capacidad para trabajar de manera eficiente y equilibrada.

¿Qué nos dice la puesta en mano?

La puesta en mano ofrece información crucial sobre el estado físico y biomecánico del caballo:

• Desarrollo muscular: Un caballo bien puesto en mano trabaja con el dorso redondeado, lo que activa los músculos abdominales y permite que los posteriores impulsen de manera correcta.

• Distribución del peso: La puesta en mano indica que el caballo está comenzando a transferir peso hacia los posteriores, liberando los hombros y mejorando la ligereza y flexibilidad en los movimientos.

• Flexibilidad lateral: Si el caballo muestra rigidez o resistencia en un lado, puede ser señal de desequilibrios musculares o problemas estructurales que deben ser corregidos.

Como señala la experta en biomecánica equina, Gillian Higgins, “La clave de una buena puesta en mano no está en las riendas, sino en la capacidad del caballo para usar su cuerpo correctamente desde los posteriores hasta el contacto.”

Errores comunes en la puesta en mano y sus causas

1. Exceso de peso en la mano

Este problema ocurre cuando el caballo no transfiere suficiente peso hacia sus posteriores, cargando demasiado esfuerzo en sus hombros. Suele estar relacionado con una falta de fuerza en la grupa o un dorso no activado correctamente.

2. Falta de redondez en el dorso

Un caballo que trabaja “hueco” no utiliza su línea superior de manera adecuada. Según Karin Blignault, especialista en biomecánica aplicada a la doma, “Un caballo con el dorso hueco no solo compromete su rendimiento, sino que se expone a lesiones a largo plazo.”

3. Resistencia o rigidez en un lado

Cuando un caballo se resiste más en una rienda, suele ser un indicador de desequilibrios musculares o falta de flexibilidad. Esto puede estar relacionado con problemas físicos o con un trabajo incorrecto en las etapas iniciales de la doma.

4. Falta de actividad en los posteriores

Sin la impulsión adecuada desde los posteriores, el movimiento carece de energía, amplitud y fluidez. Esto afecta tanto la puesta en mano como la calidad general de los movimientos del caballo.

El rol del jinete

El jinete juega un papel fundamental en lograr una correcta puesta en mano. Su objetivo es guiar al caballo hacia un contacto suave y elástico, evitando tensiones innecesarias.

Según el maestro de la equitación clásica Alois Podhajsky, “El contacto perfecto es como sostener la mano de una dama: firme, pero delicado y con respeto.”

Por su parte, Carl Hester enfatiza la importancia de la armonía entre caballo y jinete, diciendo: “El contacto debe ser un diálogo, no una pelea. Si hay tensión, algo en el entrenamiento ha fallado.”

Además del contacto, el asiento del jinete es crucial:

• Un asiento equilibrado permite que el caballo trabaje libremente, sin interferencias que puedan bloquear su movimiento natural.

• Un asiento desbalanceado puede crear tensiones innecesarias en el dorso del caballo, dificultando su capacidad para conectar correctamente.

Conclusión

La puesta en mano no es solo un logro técnico; es un reflejo del entrenamiento bien estructurado y del entendimiento profundo de la biomecánica equina. Un caballo bien puesto en mano no solo se desempeña mejor, sino que también protege su salud a largo plazo.

Como dijo Ingrid Klimke, jinete olímpica y experta en doma, “La armonía y el equilibrio son la base de toda buena doma.”

La combinación de técnica, paciencia y respeto por el caballo es la clave para lograr una puesta en mano correcta y efectiva.